Costaba mucho asimilarlo.
Por un momento creyó que no lo conseguiría, deseó dejarse llevar por la pena, cerrar los ojos y dormir, y dormir para siempre, y no despertar nunca más, para no tener que enfrentarse al miedo y al dolor. Se dejó arrastrar por la marea de sus sentimientos, y estos estuvieron a punto de ahogarlo. Pero poco a poco, lentamente, fue saliendo a flote.
Perder a algún ser querido siempre es duro, pero no hay que dejarse caer, hay que hacer como Jack, salir flote con lo que puedas, agarrándote a cualquier cosa. Por eso, hoy 31 e diciembre, mientras toméis las uvas, pensad en todas las personas que os importan, porque hay que valorar lo que tenemos, porque en cualquier momento lo podéis perder.
Dibujo hecho por mí.